Los geoparques como herramienta para un desarrollo sostenible

En las entrañas de la tierra, dentro del túnel volcánico que es La Cueva de los Verdes, ha continuado la sesión vespertina de la primera jornada de Wordlcanic. Un escenario apabullante en el que ha tenido lugar una mesa redonda en la que se ha hablado de la figura de los geoparques, una marca internacional que no sólo protege sino que también potencia las zonas de Lanzarote y El Hierro.

Tal como exponía Olaya García, geóloga del Geoparque de El Hierro, la figura del geoparque sirve para “dar valor a un territorio no sólo por su geología sino también por el patrimonio y la cultura que encierra”. Una clave que, según añadía Rainero Brandon, jefe del servicio de Medio Ambiente y coordinador del Geoparque de Lanzarote y el Archipiélago Chinijo, “promueve el desarrollo sostenible de un lugar”.

En esta visión, que va más allá de la protección de un espacio buscando su puesta en valor como motor económico, puede jugar un papel fundamental la gastronomía, tal como indicaba Olaya García: “Cada zona te cuenta su historia a través de sus productos y sus valores. Con esa primera historia los cocineros pueden añadir otras y eso incrementa el valor de ese producto. Por eso es importante darlo a conocer”. 

Coincidía con ellos el pescador Cristóbal Oliveros, presidente de la Asociación de Pescadores de La Santa (Tinajo, Lanzarote) que explicaba que precisamente por ello decidieron crear “la marca local de La Santa, primero con la gamba de La Santa y desde la pandemia con el el carabinero. Esa identificación crea valor”, aseguraba. A ello, añadía la geóloga,esto puede ayudar a garantizar “el relevo generacional en estas profesiones ahora precarias”. 

La otra pata de ese desarrollo sostenible de estas zonas es el turismo. En este sentido, Rainero Brandon apuntaba la peculiaridad de estas islas ya que “normalmente la figura de los geoparques se relaciona con zonas degradadas donde es necesario atraer turismo. Aquí es al contrario, aquí es necesario dar diversidad a ese turismo y conseguir mantener los mismos ingresos pero con menos visitantes”. Un reto en el que se está trabajando buscando un turismo de mayor calidad y con mayor conciencia de la cultura y la riqueza natural del lugar que se visita. 

Para concluir, coincidían todos en la importancia también de “educar a las generaciones que suben en ese respeto por nuestro entorno y nuestros valores”.