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“El volcán genera belleza y sentimiento de pertenencia”
Desde La Garrotxa, el geólogo Llorenç Planagumà cree que el patrimonio ecológico es clave para la gestión socioeconómica de los campos volcánicos
Considerado uno de los mayores expertos catalanes en la conservación de la geodiversidad, Llorenç Planagumà nació en Olot, corazón de uno de los campos volcánicos que posee La Garrotxa, entorno natural igual de hermoso que fértil. Por ello no extraña su absoluta pasión por los volcanes, así como su total convencimiento de que, aquellos que han solo han tenido una sola erupción, generan los territorios más bellos que se pueden encontrar en la tierra. De hecho, la unión de enólogos del mundo valoró que 20 de los 100 lugares con mayor interés geológico del planeta son volcanes”, ha desvelado.
La belleza del paisaje volcánico es, para Llorenç, un aspecto fundamental para la supervivencia de ese entorno, porque “a pesar de causar destrucción inicial, con el paso del tiempo y una sociedad que sepa convivir con los volcanes, vuelve a brotar la vida, se generan suelos ricos y se crea una comunidad con fuerte sentimiento de pertenencia a algo extraordinario”, explicaba. Posgraduado internacional en vulcanología, Llorenç es asesor para la geoconservación en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y en otros espacios naturales protegidos, además de coordinador científico de la Volcano Active Foundation. Sin duda tiene argumentos cuando afirma que “el patrimonio ecológico de estos entornos es una poderosa herramienta para su gestión social y económica”.
Paisajes de enorme belleza “que, además generan suelos andosoles de extraordinaria riqueza para todo tipo de cultivos. Eso sí, son suelos más ácidos, provocando propiedades singulares en los frutos, como un aumento del dulzor”, argumentaba, ejemplificando con que “en La Garrotxa el ganado que ha pastado en suelo volcánico ya no quiere otro, porque le parece demasiado amargo”. Así que todo cultivo puede darse en estos suelos, “excepto algunos vegetales como las setas. Eso sí, siempre que acompañe una meteorología propicia, porque, si no, solo tendrás roca”, ha concluido.